Su principal característica es que queda oculta debajo del cajón, por ello se recomienda para muebles de diseño clásico o que por sus características tampoco incluyen la posibilidad de poner un herraje. Sus usos son múltiples: en cocinas, oficinas, vitrina en joyería, opticas, farmacia, librería y más. Otra de sus grandes virtudes es que el cajón se puede extraer en su totalidad, para acceder fácilmente a todo su contenido.